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Biodiversidad y cambio climático hacia la COP16

Actualizado: 16 oct 2024


Por: Alexandra Beltrán Manchola

Para: Quynza y Editorial 89079


Estamos a pocos días del inicio de la COP16 en la ciudad de Cali, Colombia. Muchos meses de preparación, divulgación y sensibilización con respecto a ésta importante reunión, y por supuesto a la biodiversidad, que es su tema central. Dado que la Editorial 89079 en alianza con Quynza El bosque del colibrí, estará presente en la COP16, hemos venido promoviendo la reflexión acerca del cuidado de la naturaleza desde diferentes perspectivas.

 

El cambio climático y la biodiversidad están estrechamente relacionados, puesto que el calentamiento global desempeña un papel muy importante en la pérdida de biodiversidad al transformar los diferentes ecosistemas marinos, terrestres y de agua dulce; y a su vez, el cambio climático depende de la biodiversidad como parte de la solución. Es decir que, en la medida en que se emprendan acciones para proteger y recuperar la biodiversidad, se estará contribuyendo a la mitigación del cambio climático y sus efectos para el planeta.

 

Los cambios en los ecosistemas debido al cambio climático han ido sucediendo lenta y paulatinamente a través de los años, de manera casi imperceptible, sin embargo, sus efectos acumulativos están siendo cada vez más evidentes. En el caso de las plantas, se han ido produciendo cambios en sus ciclos de vida, haciendo por ejemplo que se adelante la floración y la aparición de los primeros brotes de primavera, y en algunos casos, alargando la duración del período de crecimiento. Se dice que la floración de los famosos cerezos de Kioto (Japón) que sucede en la primavera, se ha adelantado casi dos semanas con respecto a cuando solía ocurrir en 1850.

 

En investigaciones científicas se ha encontrado que las flores han ido cambiando de color como una respuesta al cambio climático, y aunque como se mencionó antes, los cambios pueden ser imperceptibles para el humano, los polinizadores sí detectan estas diferencias en los pigmentos, afectando los ciclos de reproducción de las plantas.

 

Éstas alteraciones afectan a su vez a otras especies, ya que muchas de ellas eligen

cuándo migrar o hibernar en función de la floración de las plantas que necesitan para sobrevivir. Todos los ecosistemas de la Tierra están interrelacionados y dependen unos de otros para que exista el equilibrio ecológico. Estamos siendo testigos de éstos efectos, ya es común ver en zonas de tierra fría, algunas especies de insectos o de aves que antes sólo se encontraban en zonas cálidas del país.

 

El llamado es a dejar de ver la naturaleza y el ambiente como algo ajeno a nosotros mismos, a comprender que el cuidado de la biodiversidad empieza por el cuidado de nuestro ecosistema interior. Que no podremos tener Paz con la naturaleza, hasta que no hagamos las paces con nosotros mismos, ni podremos ser amigables y amorosos con el ambiente hasta que no nos amemos incondicionalmente. El caos de nuestro clima interior se manifiesta también como el cambio climático que afecta a todos los seres vivos del planeta.

 

Como lo dice el maestro Thich Nhat Hanh en el libro Zen y el arte de cambiar el mundo (2021): “Somos seres humanos, es cierto, pero al mismo tiempo lo somos todo. Al darnos cuenta de ésto, comprendemos que preservar otras especies es preservarnos a nosotros mismos. Esto es el interser, la enseñanza más profunda sobre ecología profunda.

 

Establezcamos hoy acciones concretas de auto cuidado y de cuidado con la naturaleza. Cada contribución por pequeña que parezca causa un impacto positivo y suma para alcanzar los objetivos globales para la mitigación del calentamiento global y la preservación de la biodiversidad.

 

 

Referencias:

 

 

  • Contreras, P. (2022, 2 de febrero). El preocupante efecto del calentamiento global en las flores. La Razón:

 




 

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